Editorial
En estos últimos años, se ha multiplicado el activismo gremial, y puede verse a través de las huelgas, piquetes obreros, listas combativas, asambleas autoconvocadas, comité de lucha, coordinaciones, toma de fábricas, enfrentamientos con la burocracia, con la policía, gendarmería, etc.
Es cierto que aun son muchísimos mas los golpes que recibimos que los que damos, también es cierto que venimos de un periodo donde se arrasó con el activismo. Por eso hoy nos entusiasma el hecho de ver un nuevo activismo que crece entre las piedras y los cardos, con nuevas inquietudes, con mucha bronca hacia la burocracia la patronal y el gobierno y podrido de los “sabelotodo”. Que solo le alcanza saber que la asamblea es el lugar para decidir y no en butacas de terciopelo o en mesas de café.
Este nuevo activismo que hace un esfuerzo por tratar de recordar pequeñas partes de su pasado, hasta donde tiene acceso y casi huérfano si no fuera por unos pocos que se mantienen con firmeza compartiendo su experiencia: afortunado quien encuentre algún otro compañero del gremio con canas que le pueda transmitir la historia del gremio, o que le cuente experiencias de luchas. Es en este terreno donde vuelven a resurgir las luchas, se acumulan experiencias, se recupera la historia con películas libros y charlas debate.
Pero por sobre todo, vuelve a resurgir la prensa, el periódico escrito por y para los trabajadores, y afortunadamente no uno sino varios, cada uno con su opinión sobre hechos que nos importan. Aquí viene a sumarse este boletín, que intenta aportar al desarrollo de las ideas clasistas, apostando a que el clasismo sea tomado por los trabajadores y no sea exclusividad de unos pocos caudillos clasistas. Sabemos que hay varios agrupamientos que vienen publicando una prensa y que levantan también un clasismo de abajo, los conocemos de encontramos habitualmente en las luchas, coordinaciones y comités de huelga y de paso aprovechamos para mandarles un saludo fraterno. Junto a ellos, aportamos nuestro ladrillo a la titánica tarea de romper con la conciliación de clase y llevando solidaridad, entre otras cosas. No vamos a decir “nosotros tenemos la verdad”, ya que no creemos que exista la verdad en estas cosas, pero si daremos nuestra posición sobre la realidad gremial con una mirada propia, base necesaria para la unidad, siguiendo los lineamientos que nos guían en nuestra acción gremial, que son:
- CLASISMO: la autodeterminación de la clase en su lucha contra el estado, la patronal y la burocracia manteniendo la autonomía de los partidos políticos. No pretendemos un clasismo dirigencial, sino un clasismo de base, que no tenga como fin agrupar a los dirigentes clasista, sino construir una política para que las bases seamos clasistas. Debemos dar la pelea por no dirigir ni que otros nos dirijan.
- FEDERALISMO: Entendemos al federalismo como la articulación que permite mantener la unidad en la diversidad, en oposición a la idea de centralización como forma de organizarse.
- ASAMBLEA DE BASE: Es la unidad funcional por la cual cada integrante de la asamblea es un poder, una voz participativa que forma parte del debate y la decisión.
- ACCION DIRECTA: es la acción llevada adelante por los propios interesados y decidida en asamblea. Los trabajadores deciden en democracia directa y ejecutan mediante la acción directa ya sea con una huelga, piquete, olla popular, etc., sin delegar la lucha en un representante.
- SOLIDARIDAD DE CLASE O APOYO MUTUO: la más antigua y eficaz de las armas con las que cuentan los trabajadores en su lucha, rompiendo con todas las barreras impuestas por el sistema capitalista que nos divide constantemente.
- INTERNACIONALISMO: Si bien reconocemos y respetamos la identidad que se da cada pueblo, no respetamos los límites artificiales y las divisiones que impone el sistema capitalista. Por lo tanto, la lucha de los trabajadores es una sola.